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“Por tanto, no desmayamos; antes aunque este nuestro hombre exterior (cuerpo) se va desgastando, el interior no obstante se renueva de día en día” (2 Co. 4:16) Como hemos visto, las transiciones son parte del ciclo de vida del ser humano. Saber que vendrán nos ayuda, por un lado, a prepararnos; pero, por el otro nos ayuda a entender y apoyar a los que están atravesando por estos cambios, generalmente difíciles.
Tanto el hombre como la mujer experimentan cambios al pasar de la vida de adultez madura hacia adulto mayor. Para los hombres es llamada “andropausia” y para las mujeres “menopausia”. Para los hombres llega entre los 45 y 55 años de edad y para las mujeres entre los 45 y 55.
Como quiera, son momentos difíciles tanto para el hombre como para la mujer y tienden a ser causa de conflicto en la familia. Pues, nos llega generalmente de una manera desprevenida y para la cual no estamos preparados emocional y mentalmente, causa confusión y miedo. Y, generalmente, mucha ansiedad. Así que, esto es causa de conflicto en el matrimonio (en el caso de estar casados) y en el hogar. Hoy nos enfocaremos en los cambios en la mujer (Menopausia), a fin de entender los cambios de la mujer y ser de ayuda cuando llega.
Lo que haremos será, por un lado, entender el cambio que se da en las mujeres en este proceso y, por el otro, explorar algunas recomendaciones de la Biblia para apoyar a las esposas y madres que la están atravesando. Creo que hay algunas cosas que podemos hacer para ayudar en el hogar:
1. Investigue, entienda y retenga lo bueno (1 Ts. 5:21). ¡No ser ignorante a los cambios del cuerpo!
2. Buscar ayuda profesional sea médica o psicológica. En la multitud de consejo hay seguridad (Pr. 11:14). ¡Ore!
3. Aceptar lo que no se puede evitar (2 Co. 4:16)
4. Es un asunto de SENSIBILIDAD. Pues, el que ama, no busca lo suyo, sino el bien de quien se ama: “no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita” (1 Co. 13:5). Un problema: insensibilidad del varón por no entender esta dinámica en la vida de la mujer. Muchas mujeres no entienden ellas mismas lo que está pasando en sus propios cuerpos y los hombres ¡menos! (1P 3:7)
5. Seguir el principio de no buscar lo suyo propio (Fil. 2:4) 6. Seguir la REGLA DE ORO: haz con otros, lo que te gustará hicieran contigo (Mt. 7:12). ¡Este es un principio de solidaridad y a la vez de conveniencia mutua! ¡Hoy tú; mañana yo!
Pastor José A. Martínez
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