PREPARANDONOS PARA EL DESCONFINAMIENTO
Para la reflexión de hoy, quiero que sepan que: Los creyentes no corremos como corre el mundo.
Primero: no corremos tras las cosas de este mundo y, a los del mundo, ¡esto les parece extraño! (1 P. 4:1-7).
Segundo: corremos la carrera de la vida con “paciencia” (no a velocidad) y, con los ojos puestos siempre en Jesús (He. 12:1,2). Para ello, Sabemos que debemos despojarnos de todo peso y del pecado que nos asedia.
Tercero: ¡corre legítimamente! “El que lucha como atleta, no es coronado sino lucha…” (2 Ti. 2:5).
Frente a la pandemia que estamos viviendo, el creyente debe distinguirse por la forma de su correr (es decir, su proceder) y, también debe distinguirse por las armas que utiliza. No son las armas del mundo, ni la forma de ser del mundo. Pues, sus armas son espirituales (2 Co. 10:3,4).
En estas semanas, nos enfrentamos a una nueva ETAPA de la crisis por el coronavirus, la FASE DESCONFINAMIENTO, camino a una “nueva normalidad”. Y, la tendencia general, es a salir corriendo. Es más, este miércoles, en que se inició la primera fase, montones de gentes por las calles y, muchas de ellas, sin tomar las medidas necesarias, exponiéndose y exponiendo a otros.
Los gobiernos de las naciones están tomando medidas y, hay que ajustarse a ellas; pero, ser sabios y prudentes, para impedir un rebrote y un colapso del sistema de salud. En los países que han levantado las medidas de cuarentena ha habido un rebrote. Me llama mucho la atención el caso de Corea. Hasta aquí se había manejado bastante bien la situación. Sin embargo, al relajar las medidas, un grave rebrote: 85 nuevas infecciones asociadas a un hombre que estuvo en 5 centros nocturnos. Están buscando 3,000 personas más que estuvieron en contacto, asociados a estos centros de ocio. En Austin, Texas, EEUU, se reabrió la construcción, inmediatamente, tienen un nuevo foco de infecciones.
Todo esto, nos dice, que los creyentes tenemos que correr esta etapa de la pandemia de una manera diferente. Sobre todo, cuando se reabra la fase en que se permitan los cultos de adoración. Sé que todos queremos correr para encontrarnos y adorar juntos a Dios en nuestros templos. En el mensaje de hoy, quiero compartir lo que Dios ha puesto en mi corazón sobre esta etapa de desconfinamiento y, la adoración en nuestros templos.
Pastor José A. Martínez
