Hemos venido enseñando que: ¡todo pertenece a Dios! Pues, está escrito: “Porque todas las cosas que están en los cielos y en la tierra son tuyas” (1 Cr. 29:11b) y, añade: “…de lo recibido te damos” (v.14). Sí, todo pertenece a Dios y, nosotros, sólo somos mayordomos (administradores) de lo que es de Dios.
También hemos afirmado que la mayordomía es integral, es decir, encierra todas las áreas o esferas de nuestra vida, tal como se describe en 1 Tesalonicenses 5:23 “Y el Dios de paz os santifique por completo; y todo vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo, sea guardado irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo”. Por lo que, todo lo que tiene que ver con el espíritu del hombre, su alma (mente voluntad y emociones) y su cuerpo (mundo material) está bajo nuestra mayordomía. Por eso es tanto integral como inter relacional e interdependiente. Es decir, todo afecta todo. Así como ocurre con los engranajes de un reloj; si una parte se detiene, por la razón que sea, todo el sistema se afecta.
Así es con nuestra mayordomía; si alguna de las esferas de nuestra vida se afecta, afecta a todas. Por ejemplo, si la mayordomía de nuestra relación con Dios se interrumpe, la familia, el tiempo, el cuerpo, las finanzas, la mente, los dones, el servicio, etc. ¡Todo se afecta!
Nuestro desafío y, lo que buscamos en este tiempo de énfasis en la mayordomía, es que descubramos en cuáles de estas esferas tenemos falencias, hacer un alto, quitar lo que está obstaculizando el engranaje de nuestra mayordomía, hacer los ajustes y seguir adelante.
Al hacer este ejercicio debemos tener presentes que la medicina es tanto preventiva como curativa. La preventiva es anticiparse a los posibles problemas y tomar medidas para evitarla o minimizarla. Esta es una de las razones por la que enseñamos la Palabra semana a semana desde el púlpito y desde la Escuela Dominical. Y, la razón por la cual cada uno debe ser diligente en su estudio de la biblia diario, para que aprenda principios y sepa cómo vivir día a día. Así evitará muchos dolores.
La curativa ocurre cuando ya nos alcanzó lo que no queríamos. Esta medicina curativa es costosa, dolorosa y no todo el tiempo funciona. Pero, ¡ayuda! Algunos estamos aprendiendo para mejorar anticipadamente nuestra mayordomía; pero, otros estaremos sufriendo las consecuencias de una mala mayordomía en alguna área de nuestra vida que está afectando nuestro todo. Hoy ponemos el dedo en una de estas áreas sensibles que causa muchos problemas: ¡El dinero! ¡Las Finanzas!
Pastor José A. Martínez
