+507 225-1782

info@bautistadepanama.org

Ave. Cuba y Calle 27, Panamá

BLOGS


Desde el Escritorio de Pastor

" Mirad, pues, con diligencia cómo andéis, no como necios sino como sabios, aprovechando bien el tiempo, porque los días son malos."     

                                                                      Efesios 5:15-16

 

Te Invito cada Semana a tener un momento de Reflexión con las Sagradas Escrituras por medio de estos Apuntes 

  • Este sigue haciendo un anhelo de un creyente por su nación: ¡que sea bienaventurada! Esto implica orar y trabajar día a día para que el Evangelio y la Palabra de Dios penetren los cimientos mismos de la nación. Sí, hemos visto cuan malo y peligrosos es que en la nación se pierda el temor a Dios. Pues, “si fuesen destruidos los fundamentos, ¿Qué va a hacer el Justo?” (Sal. 11:3).


  • Anhelamos ser una nación “bienaventurada”, una nación sobre la que se derrama la bendición del Altísimo, una nación donde su gente y sus gobernantes temen a Dios y viven para Él. Donde su Palabra (la Biblia) es atesorada y sus moradores andan conforme a sus estatutos y enseñanzas. Esa nación tiene promesa de ser “¡BIENAVENTURADA!


  • En cuanto a las pruebas y sufrimientos que forman parte de la vida, ninguno está eximido. Nuestro Señor Jesucristo enseñó que “estamos en el mundo; pero, que no somos del mundo” (Jn. 16:33). El “estar en el mundo” implica que estamos sujetos a la experiencia humana de pruebas, sufrimientos, enfermedades, tentaciones y, aun caída en pecado. De seguro, toda esta fragilidad afecta nuestra actitud y conducta como mayordomos. Sobre todo, cuando sabemos que no hemos hecho bien delante de Dios y hemos pecado contra él. El diablo nos acusa delante del Padre   (Ap. 12:10), nos sentimos mal y nuestra mayordomía es afectada. Es cuando nos damos cuenta cómo nuestra comunión con Dios es vital para nuestra buena mayordomía


  • Nos guste o no, ¡somos mayordomos! Y, la voluntad de Dios es que seamos mayordomos fieles (1 Co. 4:2). Esta mayordomía, para que sea eficaz, debe ser integral. Incluye todas las áreas de nuestra vida; por lo que nuestro cuerpo, que es Templo del Espíritu Santo, también debe ser cuidado (1 Co. 6: 19). Por lo que nuestra salud importa a Dios.


  • Ya sabemos quién es un mayordomo, en pocas palabras, ¡UN ADMINISTRADOR! Sí, un administrador puesto por Dios. No es el dueño; pero, está comprometido en hacer lo que está de acuerdo a la voluntad de su Señor. Ya sabemos quién es un mayordomo, en pocas palabras, ¡UN ADMINISTRADOR! Sí, un administrador puesto por Dios. No es el dueño; pero, está comprometido en hacer lo que está de acuerdo a la voluntad de su Señor. Ya sabemos quién es un mayordomo, en pocas palabras, ¡UN ADMINISTRADOR! Sí, un administrador puesto por Dios. No es el dueño; pero, está comprometido en hacer lo que está de acuerdo a la voluntad de su Señor.