Jesús enseñó: “El ladrón (refiriéndose al diablo) no viene sino para hurtar y matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia” (Jn. 10:10).
Sí, los deseos del diablo son malos y perversos para nuestra nación; pero, Cristo vino para deshacer las obras del diablo (1 Jn. 3:8) y para “traer vida y, ¡en abundancia! Es necesario saber esto y tenerlo presente, porque el diablo que es un engañador (Jn. 8:44), trata de echar la culpa a Dios de todos los males y situaciones difíciles que vive la nación en estos tiempos.
En el libro de Jeremías, Dios expresa sus buenos deseos de bendición y prosperidad para su pueblo (Jer. 29:11). Por lo que, en medio de todos los males que nos aquejan y que se ciernen sobre nuestra nación, podemos aún, confiar en la veracidad de la promesa de Dios. Es verdad, que hemos hecho como también, mencionó Jeremías… “Dos males ha hecho mi pueblo: me dejaron a mí, fuente de agua viva, y cavaron para sí cisternas, cisternas rotas que no retienen agua” (Jer. 213). Esto hizo la nación de Israel; pero, nuestra nación, ¡también ha hecho lo mismo! Por eso, viene muchas situaciones penosas y dolorosas sobre el mundo y sobre nuestra nación.
Habiendo sido el cristiano comprado a precio de Sangre por Jesucristo y, ahora parte del pueblo de Dios, puede tener la certeza de que los propósitos de Dios para él y su iglesia, son de bien y no de mal.
Hoy necesitamos escuchar un mensaje de ESPERANZA en tiempos difíciles. Y, el diácono Ing. César Augusto Estribí, ha preparado su corazón para compartir esa palabra de ánimo y esperanza que hoy necesitamos escuchar. ¡Escuchemos con el corazón!
Pastor José A. Martínez
