PASE DE FACTURA
Ya estamos para dos meses desde que el COVID-19 llegó a nuestro país. Estamos en una etapa de agotamiento emocional y desánimo. Hay mucha tensión y conflictos en muchos hogares producto del tiempo prolongado de permanencia en nuestras casas. La información y la desinformación, la guerra de intereses políticos y económicos… ¡desgasta! Y, qué decir del creciente estrés producto de manifestaciones de personas desesperadas pidiendo el bono solidario y otras ayudas.
Esto nos pone en contexto con la presión vivida por el profeta Elias, cuando enfrentó la situación nacional de hambruna que se experimentó en el REINO del Norte (Isarel) a causa de una larga sequía, producto del juicio divino por causa de la idolatría (adoración a Baal y Asera) y por la injusticia social.
Entramos hoy al capítulo 19, donde encontramos como el agotamiento físico y el desgaste emocional del profeta luego de 3 ½ años de estar obligado esconderse para salvar su vida: viviendo aislado en Querith, dependiendo de la provisión en casa de una viuda pobre y, sobre todo, el desgaste por la confrontación con los profetas de Baal en el Carmelo y, luego, con el clamor insistente por la lluvia. Como si esto fuera poco, la amenaza de muerte por parte de la malvada Jezabel, hizo un PASE DE FACTURA al profeta, que lo llevó a una crisis emocional y espiritual, al punto de “no desear la vida”. Es necesario, pues, que hoy reflexionemos en esto, porque el agotamiento emocional y mental de tantas preocupaciones e incertidumbres, también pasan su factura sobre nosotros. Debemos ver el pastoreo o ministración preciosa de Dios al profeta en su momento de debilidad y de crisis. Sé que será bueno, no sólo para mí, sino, a todos los que esperamos en un Dios bueno y amoroso, que no desprecia al corazón que se humilla y espera en Él.
Pastor José A. Martínez
