En estos días de PANDEMIA, la FE es ¡probada! Realmente, ¿me protegerá el Señor? ¿Nos proveerá del alimento que necesitamos? ¿Cuidará nuestro empleo? ¿Sacará a flote nuestro negocio o empresa?
Sin lugar a dudas, el Señor prometió su cuidado, protección y provisión. Él dijo: “no os afanéis, pues, diciendo: ¿qué comeremos, o qué beberemos, o qué vestiremos?... vuestro Padre Celestial sabe que tenéis necesidad de todas estas cosas” (Mt. 6:30,31).
Pero, hay un dicho que dice: “Del dicho al hecho, hay mucho trecho”. En el mundo real, nuestra fe es constantemente remecida (probada), en especial en estos tiempos de pandemia.
Así que, la FALTA DE FE puede estar asomando en creyentes y no creyentes. Y, es un asunto que necesita ser abordado sin ningún temor.
Hombres de fe, en algún momento de sus vidas, lo enfrentaron:
· Para Abraham, habían pasado los años. Y, el hijo de la promesa no había llegado. “¿Para qué quiero todo esto, sino me has dado prole?” (Paráfrasis, Gn. 15:2,3)
· Elías, fatigado y cansado después de 3 ½ años de esconderse por su vida y confrontar el pecado de idolatría de su nación, entró en una crisis de fe (1 R. 19)
· Juan el Bautista había predicado que “el Reino de los Cielos se había acercado”; había escuchado una voz del cielo cuando bautizó a Jesús y que decía: “este es mi Hijo amado en quien tengo complacencia” (Mt. 3:2, 16 y 17). Pero, estando en una situación de prueba en la cárcel, envió a preguntar a Jesús: “¿Eres tú aquel que había de venir, o esperaremos a otro?” (Mt.11:3).
Sin lugar a dudas, el tema de LA FALTA DE FE, debe ser abordado. Y, ¡lo queremos hacer el día de hoy!
Pastor José A. Martinez
