Ya han trascurrido nueve meses desde el inicio de esta pandemia; sin lugar a dudas, ha sido un tiempo muy difícil, y, muchas veces, desesperante para muchos. El temor a enfermar y, aún morir, está allí… ¡latente! El temor a sucumbir ante las presiones y compromisos económicos es el pan de cada día. La palabra es ¡INCERTIDUMBRE!
En todo tiempo, y más en los que vivimos, se hace necesario depositar toda nuestra confianza en el Señor y Capitán de nuestra vida: JESUCRISTO. ¡Sólo en Él encontramos paz y seguridad!
En el mensaje de hoy: “LLEGAREMOS A PUERTO SEGURO”, el Hno. David González nos ha de compartir acerca de la certeza de poner nuestra confianza en Cristo en estos días en que sentimos que nuestra barca hace aguas en medio de un mar turbulento de temores y angustias.
El Evangelio de Lucas, capítulo 8, versos 22-25, nos narra la terrible experiencia de los discípulos a punto de naufragar en una barca azotada por una terrible tormenta en el Mar de Galilea. Es revelador que, los tres evangelios sinópticos (Mateo, Marcos y Lucas), narran estos hechos.
Los hechos ocurrieron luego de que Jesús predicara el Sermón del Monte. Había descendido a Capernaum con sus discípulos, allí sanó al siervo de un centurión y, también, a la suegra de Pedro. Así que Jesús, viéndose rodeado de mucha gente, mandó a pasar al otro lado del mar (Mt. 8:18). Es allí donde se desató aquella terrible tormenta que hizo que los discípulos, la mayoría de ellos hombres acostumbrados al mar, entrasen en pánico al ver la barca hundirse por la furia del mar. Fue allí que se percataron que Jesús estaba con ellos en la barca y a Él pidieron auxilio, para llegar a puerto seguro.
Pastor José A. Martínez
