Como hemos visto la semana pasada, la mayordomía del creyente en los últimos tiempos, debe estar impregnada de ¡COMPASIÓN! Y, nosotros anhelamos hallar GRACIA delante de Dios y de los hombres; para ello, nunca se debe apartar de nosotros la misericordia y la verdad (Prov. 3:3,4).
Hoy, continuamos con el tema de la COMPASIÓN EN TIEMPOS DE CRISIS. He estado orando al respecto de cómo pudiéramos en este tiempo llevar este principio a la práctica. En efecto, lo hemos estado haciendo de muchas maneras, de manera individual y como iglesia, pues debe ser parte de nuestro estilo de vida. Sin embargo, estoy siendo inquietado por el Espíritu Santo y su Palabra, para promover una campaña de oración y ofrenda de amor para una familia que en estos tiempos están pasando pruebas extremadamente duras, que ninguno de nosotros quisiéramos para nadie. Y, es tiempo de ser solidarios.
Las Escrituras nos exhortan: “Y poderoso es Dios para hacer que abunde en vosotros toda gracia, a fin de que, teniendo siempre en todas las cosas todo lo suficiente, abundéis, para toda buena obra; como está escrito: Repartió, dio a los pobres; Su justicia permanece para siempre. Y el que da semilla al que siembra, y pan al que come, proveerá y multiplicará vuestra sementera, y aumentará los frutos de vuestra justicia, para que estéis enriquecidos en todo para toda liberalidad, la cual produce por medio de nosotros acción de gracias a Dios. Porque la ministración de este servicio no solamente suple lo que a los santos falta, sino que también abunda en muchas acciones de gracias a Dios; pues por la experiencia de esta ministración glorifican a Dios por la obediencia que profesáis al evangelio de Cristo, y por la liberalidad de vuestra contribución para ellos y para todos; asimismo en la oración de ellos por vosotros, a quienes aman a causa de la superabundante gracia de Dios en vosotros. ¡Gracias a Dios por su don inefable!” (2 Co. 9:8-15).
Pastor José A. Martínez
