Cada semana oro al Señor que ponga en mi corazón la Palabra que Él quiere para su pueblo. Sé que “toda la Escritura es inspirada por Dios… y que es útil” (2 Ti. 3:16). Pero, necesito dirección para que esa Palabra sea oportuna a la necesidad de los que han de escucharlas. Por eso, oramos que Dios nos dirija.
Esa Palabra puede venir por diversos medios: una palabra que toca mi corazón de la lectura devocional diaria, de algún tema que sea relevante y necesario, de alguna verdad revelada por el Espíritu, o de la observación de las cosas del diario vivir en las que el Espíritu Santo nos recuerda algún principio bíblico a considerar.
El de esta semana, observando el mover del Espíritu, supliendo una necesidad. Como compartí en el Grupo General de la Iglesia por WhatApps, La Hna. Wendi (nueva creyente), a quién la Hna. Ilduara ministraba, tenía una complicada situación. La han estado pasando muy mal en Panamá por causa del COVID. Ella y su familia determinaron regresar a su país de origen, Nicaragua. Pero, no disponían del dinero para pagar el alto costo de las pruebas de Covid exigidas para poder viajar. Ella me informó que estaba vendiendo un refrigerador casi nuevo a un precio negociable. Estaban desesperados e impotentes. Pusieron su necesidad a Dios y me contactaron. Yo, a su vez, lo puse en el grupo. Al otro lado, había una familia que tenía la necesidad de un refrigerador, pues el suyo se les había dañado, tienen niños pequeños; pero, no tenían el dinero para comprar otro.
Amos tuvieron algo en común: en su impotencia, se armaron de valor y “pidieron”. Jesús enseñó: “Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad y se os abrirá” (Mt. 7:7). Esto es, ¡Dios ha puesto una chequera del Banco de La Fe en nuestras manos y, espera hagamos buen uso de ella!
Pastor José A. Martínez
