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Si Se Humillare Mi Pueblo

“Si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, y oraren, y buscaren mi rostro, y se convirtieren de sus malos caminos; entonces yo oiré desde los cielos, y perdonaré sus pecados, y sanaré su tierra” (2 Cr. 7:14)


Para el domingo 19 de noviembre, en el contexto del mes de la Patria, habíamos programado la celebración de una Feria Folclórica, para celebrar nuestra Patria. Lo primero que habíamos determinado era tener un TIEMPO DE AYUNO Y ORACIÓN POR LA PATRIA. No sabíamos lo que habíamos de vivir para estos días; por lo que entendemos, el Señor ha estado poniendo carga, en su pueblo, para interceder por la nación.


Dada la situación que estamos viviendo, se hace relevante que, en estos días volvamos nuestra mirada en oración al Señor y clamar a Él por nuestra nación.


Cuando Salomón construyó el Templo en Jerusalén, luego de su dedicación, el Señor apareció a Salomón y le dijo: “Yo he oído tu oración, y he elegido para mí este lugar por casa de sacrificio. Si yo cerrase los cielos para que no haya lluvia, y si mandare a la langosta que consuma esta tierra, o si enviare pestilencia a mi pueblo; si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, y oraren, y buscaren mi rostro, y se convirtieren de sus malos caminos; entonces yo oiré desde los cielos, y perdonaré sus pecados, y sanaré su tierra” (2 Cr. 7:13,14).


Aunque este pasaje se refería a una promesa exclusiva para el pueblo de Israel en relación con el clamor en el Templo de Jerusalén, se desprende un principio que trasciende los tiempos: el humillarse y el interceder del pueblo de Dios impacta las naciones.


El Apóstol Pablo, siglos después, entendió por revelación del Espíritu, que era necesaria la intercesión de los creyentes por las autoridades y las naciones. Por eso, escribió instrucciones al joven pastor Timoteo, quién era pastor en Éfeso, para interceder por los gobernantes y los que están en eminencia para vivir quieta y reposadamente (1 Ti. 2:1-8).


Hoy, necesitamos hacer un alto y orar juntos, para que el Señor tome control de esta situación que nos afecta a todos. Que dirija a los gobernantes de nuestra nación y a cada habitante a hacer lo que es justo y correcto para que vivamos queta y reposadamente, en toda prosperidad espiritual y material.

 

Pastor José A. Martínez

 


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5 de Noviembre 2023